Sistema Cascada

Este sistema es sencillo, pero no por eso menos efectivo. Se basa en el análisis de miles de tiradas de ruleta, donde se ha observado que en el 90% de los casos las chances simples (rojo/negro, par/impar, bajo/alto) cambian en un máximo de 4 giros consecutivos. Aunque esto no sea una novedad para muchos jugadores, el sistema Cascada busca sacar el máximo provecho de esta tendencia.

La base del sistema es una adaptación del conocido Martingala, que normalmente requiere un capital grande y es considerado arriesgado. En cambio, Cascada introduce una progresión por niveles (o “cascadas”) para reducir el riesgo y mantener el control del juego sin necesidad de grandes fondos iniciales.

Procedimiento

Se apuesta a un color, por ejemplo el negro, repitiendo la progresión del Martingala durante un máximo de 4 giros. Si se pierde en los 4 intentos, se sube al siguiente nivel de la cascada.

Ejemplo de la primera cascada:

1. 1er giro: apuestas 1 ficha al negro → sale rojo
2. 2do giro: apuestas 2 fichas → sale rojo
3. 3er giro: apuestas 4 fichas → sale rojo
4. 4to giro: apuestas 8 fichas

En cada bloque de 4 giros pueden suceder dos cosas:

1. Si ganas dentro de esos 4 giros: vuelves al inicio de la cascada actual, apostando la misma cantidad inicial.
2. Si pierdes los 4 giros: pasas a la siguiente cascada (nivel más alto).

Progresión de niveles (Cascadas)

Reglas clave

Si ganas en cualquier cascada, debes volver al inicio de esa misma cascada. Por ejemplo, si estás en la cascada 3 y ganas, no vuelves a la cascada 1, sino que reinicias en la 3 con la misma primera apuesta de ese nivel. Esto permite aprovechar las rachas ganadoras en niveles con fichas más altas, generando buenas ganancias con un riesgo más contenido.

Consideraciones finales

Algunos defensores del Martingala clásico podrían argumentar que las apuestas deberían ser más agresivas en cada nivel, pero eso implicaría adoptar todos los riesgos del Martingala tradicional. El sistema Cascada es una alternativa más equilibrada, que vale la pena probar primero en modo gratuito para entender bien su funcionamiento.

Es un método cómodo, adaptable, y especialmente útil para jugadores que buscan una estrategia menos agresiva pero con buen potencial. Si se aplica con disciplina, puede sorprender gratamente incluso a los jugadores más escépticos.